El fabricante de vehículos eléctricos Tesla ha llamado a revisión a prácticamente todos los coches que ha vendido en China, por un problema en los frenos y la aceleración que puede suponer un riesgo de seguridad. La compañía hará un cambio en el software de los 1,1 millones de vehículos ensamblados en la fábrica de Shanghái desde enero de 2019 hasta abril de este año, además de en algunos coches importados a China, según la Administración Estatal de Regulación del Mercado en un comunicado.

El defecto se relaciona con el sistema de frenado regenerativo de Tesla, que utiliza la energía creada cuando el conductor quita el pie del acelerador para enviarla a la batería del coche. El problema es que los vehículos de Tesla no permiten que los conductores establezcan la intensidad de su frenado y no alertan a los conductores cuando pisan el acelerador durante mucho tiempo, lo que aumenta la probabilidad de una mala aplicación del pedal, según el regulador de China.

La solución de software que le añadirá Tesla a sus coches permitirá a los conductores establecer la intensidad de su frenado y ajustar el estado predeterminado de fábrica del sistema. Además, los vehículos de la compañía también comenzarán a notificar a los conductores cuando hayan presionado el acelerador durante un periodo prolongado.

Tesla vendió alrededor de 1,13 millones de automóviles en China desde 2014 hasta el pasado mes de marzo, según datos del Centro de Investigación y Tecnología Automotriz de China y Bloomberg Intelligence. No es la primera vez que la compañía recibe críticas en el país asiático por el sistema de frenado de sus coches. En uno de los casos más destacados, la propietaria de un Model 3 se subió a un vehículo de exhibición de Tesla en el Salón del Automóvil de Shanghái de 2021 y gritó que su padre casi muere cuando conducía este modelo porque le fallaron los frenos. La protesta fue capturada por las cámaras, se volvió viral y llegó a los medios internacionales. Tesla, finalmente, se vio obligada a dar una disculpa pública luego de enfrentar las críticas de las autoridades locales y los medios estatales, sin reconocer ningún defecto. Posteriormente, la compañía publicó registros de datos del vehículo que mostraban que este viajaba a 118,5 kilómetros por hora justo antes del impacto.

En noviembre de 2022 hubo un accidente mortal con un Tesla Model Y. La compañía dirigida por Elon Musk volvió a decir en ese entonces que el incidente no fue causado por un mal funcionamiento del coche, y señaló que los datos del automóvil no mostraban pruebas de que se hubiera pisado el pedal del freno antes del choque. Además, mostró un video en el que se veía que las luces de freno estaban apagadas. Según indicó Tesla, el acelerador estaba fuertemente accionado antes de este accidente, en el que murió un motociclista y un estudiante de secundaria que iba en bicicleta.