En su último informe anual sobre vehículos eléctricos, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ofrece un balance globalmente positivo de la electrificación del transporte a escala mundial, un aspecto clave de la transición energética 

Las ventas de coches eléctricos superaron los 17 millones de unidades en todo el mundo el año pasado, alcanzando una cuota de mercado superior al 20%.

De estos 17 millones, casi dos tercios (el 65%, es decir, 11 millones) se vendieron en el mercado chino. Así, desde julio de 2024, las ventas de coches eléctricos han superado a las de los coches con motor de combustión en China. Las ventas también aumentaron considerablemente el año pasado en Asia y América Latina, con un incremento del número de vehículos comercializados de más del 60% con respecto a los niveles de 2023.

Las previsiones de la Agencia Internacional de Energía indican que este año se venderán más de 20 millones de vehículos eléctricos en todo el mundo, lo que representaría una cuota de mercado superior al 25%. Se espera que alcance el 40% en 2030. Sin embargo, el informe añade que la incertidumbre relacionada con la evolución de las políticas estatales en el contexto de la guerra comercial iniciada por Donald Trump, el deterioro de las perspectivas económicas y la caída del precio del barril de petróleo.

Uno de los principales riesgos relacionados con la imposición de aranceles y la reorganización de las cadenas de valor es el aumento del precio de los componentes utilizados para la producción de vehículos eléctricos, en particular las baterías. Mientras que los fabricantes chinos consolidan su ventaja tecnológica sobre sus competidores estadounidenses y europeos, manteniendo al mismo tiempo precios más bajos, los coches eléctricos en Alemania siguen siendo, de media, un 20% más caros que sus equivalentes térmicos, y un 30% más caros en Estados Unidos.

Debido a su tamaño, el mercado automovilístico estadounidense representa una parte considerable de los esfuerzos que deben realizarse para alcanzar los objetivos climáticos fijados en el Acuerdo de París, del que Trump retiró a Estados Unidos el 20 de enero. En los dos últimos años, Estados Unidos ha concedido las subvenciones por coche más elevadas de los tres principales mercados de vehículos eléctricos del mundo.