Uno de los aspectos que pasan desapercibidos entre los conductores es cómo afectan las bajas temperaturas al funcionamiento de sus autos, dependiendo del modelo o su antigüedad el frío podría mermar distintas partes del vehículo.
La razón detrás de este aumento está vinculada a un principio físico simple. En invierno, tanto el aire frío como el combustible son más densos que en épocas cálidas como el verano. Debido a esto, el motor, que opera con una mezcla de ambos componentes, exige una mayor cantidad de combustible para lograr el mismo volumen de trabajo que en condiciones más cálidas.
Principales acciones que aumentan el consumo de combustible:
- Uso de los sistemas eléctricos del coche:
En condiciones de baja temperatura y precipitaciones -lluvia, granizo o nieve-, es usual encender la calefacción, el desempañador, los faros y limpiaparabrisas con más frecuencia que en otras épocas del año. Todo ello conlleva un aumento en el esfuerzo del alternador, lo que, a su vez, provoca un incremento en el uso de combustible.
- Presión de los neumáticos:
Las bajas temperaturas generan una baja presión en los neumáticos, una situación que aumenta el rozamiento con la carretera y el consumo de combustible.
- Prolongación del tiempo de calentamiento:
Durante el funcionamiento de un motor en condiciones de bajas temperaturas, uno de los factores clave es el tiempo que tarda en alcanzar su rango adecuado de operación. Es significativo destacar que el consumo de combustible disminuye únicamente cuando la máquina logra llegar a su temperatura óptima.
- Densidad elevada del aceite de motor:
Un aceite más denso provoca mayor fricción entre los componentes del motor, lo que incrementa el consumo de combustible. Este fenómeno ocurre debido a que las bajas temperaturas afectan directamente la densidad del aceite: cuando la temperatura disminuye, el aceite se vuelve más denso.
- Cambios en la conducción:
El empleo del motor para generar una mayor potencia se vuelve indispensable en situaciones específicas, como al enfrentar superficies cubiertas de barro o cuando se conduce sobre nieve. Por otra parte, los fuertes vientos también representan un desafío significativo, ya que afectan directamente la aerodinámica del vehículo y condicionan el desempeño durante la conducción.
Cuidados para un auto en invierno
- Controla las luces:
Estas se utilizan mucho más en invierno debido a que suele oscurecer mucho antes, y en zonas con nieve son aún más indispensables. Por ello es importante que le hagas cada cierto tiempo una inspección en todas las luces.
- Encendido del auto:
Es importante que lo enciendas y pongas en marcha el motor por lo menos una vez a la semana para cargar la batería y evitar cualquier problema en el interior del motor.
Control del nivel de aceite:
El frío puede hacer que el cárter se llene de humedad y disfrace el nivel del aceite, es decir, puede ser que observes lleno el nivel de tu aceite pero que en realidad sea agua. Lo que puedes hacer es manejar por 30 kilómetros y el aceite irá expulsando el agua.
- Comprobar el nivel del líquido refrigerante:
Debido a que este se encarga de regular la temperatura del motor y refrigerarlo, es importante que revises su nivel y le agregues el anticongelante recomendado para tu auto.
- Revisión de neumáticos:
Es importante que controles el buen funcionamiento de tus llantas. Y es que el frío puede generar que estas pierdan presión y provoque deslizamientos no deseados. Asimismo, si lo dejas mucho tiempo estacionado, estos pueden deformarse y necesitarán inflarse.