Uno de los organismos que evalúa los autos que se comercializan en la región anunció qué características hay que tener para la adquisición de un coche. En América Latina el organismo encargado de esa función es Latin NCAP.
Creado con el propósito de mejorar la seguridad vehicular en la región, según definen desde su sitio oficial, la organización se inscribe dentro de una iniciativa global: la creación de Programas de Evaluación de Vehículos Nuevos (NCAP, por su sigla en inglés). En distintas regiones del mundo fue una de las recomendaciones centrales del Plan Global de la Década de Acción por la Seguridad Vial de las Naciones Unidas 2011-2020.
Su trabajo no consiste en validar el equipamiento declarado por los fabricantes, sino en medir con precisión cómo se comportan estos ante distintos tipos de impacto o maniobras extremas. La calificación final —que va de cero a cinco estrellas— se basa en el rendimiento comprobado del vehículo, no en sus promesas.
“Nos encontramos con modelos que traen airbags laterales pero no protegen nada”, explicó Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP, al diario La Nación de Argentina.
Los ensayos se dividen en dos grandes grupos: seguridad pasiva, que evalúa cómo protege el auto cuando el accidente ya ocurrió, y seguridad activa, que analiza las tecnologías que ayudan a prevenir o mitigar los impactos. Para ello, los técnicos utilizan muñecos con sensores que simulan cuerpos humanos, y someten a las unidades a colisiones frontales a 64 km/h y laterales a 50 km/h, entre otras pruebas. Desde 2020 también se incorporó la evaluación de impacto sobre peatones y la eficacia de las asistencias a la conducción.
Los modelos a testear se seleccionan a partir de un relevamiento estadístico que toma en cuenta los autos más vendidos de la región, así como un índice proporcional de ventas por país. Con esos datos, se elabora un listado representativo de mercado. Al tener un presupuesto limitado, la entidad no evalúa todos los modelos que se comercializan. Por esa razón, también existe un sistema de pruebas voluntarias que permite a los fabricantes proponer unidades para ser sometidas a ensayo (cuando presentan un modelo con alto nivel de equipamiento, también se evalúa la versión básica).
Latin NCAP evalúa siempre las versiones de entrada de gama —las menos equipadas— para establecer un estándar mínimo de seguridad. Esto evita que los fabricantes obtengan una buena calificación con versiones tope de gama que luego no se reflejan en la mayoría de las unidades vendidas.
El mínimo aceptable de estrellas al momento de decidir una compra, para los expertos es clara: un auto de cero o una estrella representa un riesgo de lesiones graves o fatales en caso de accidente. Solo a partir de las cuatro estrellas puede considerarse que el vehículo ofrece una protección adecuada en términos globales. Las cinco estrellas, por su parte, indican un alto nivel de desempeño en todas las áreas, incluyendo las tecnologías más recientes en prevención de siniestros.